Fundamentos de la pérdida de peso. Parte VII. Los estados nutricionales, el Ying y el Yang de la nutrición
Ahora que entendemos como procesamos los alimentos que consumimos en términos energéticos, vamos a profundizar un poco más en los estados en que podemos encontrarnos desde el punto de vista nutricional.
Desde el punto de vista nutricional, nuestros cuerpos pueden hallarse en 2 estados diferenciados, en cada uno de los cuales se realizan importantes funciones metabólicas.
1- Ayunas: Caracterizado por la falta de alimentos durante un periodo de tiempo, que varía en función de la cantidad ingerida en la última comida.
2-Alimentado: Después de una comida y en la fase posterior mientras esa comida se sigue digiriendo.
· El ayuno
El
estado de ayunas se produce pasadas unas horas después de la última comida. Se
caracteriza por niveles de azúcar en sangre e insulina bajos. Cuando el cuerpo
está en ayunas, no está recibiendo energía activamente de los alimentos, por lo
que debe obtenerlo de la energía acumulada, que como ya sabemos, puede provenir
de nuestro tejido graso y magro.
Cuando el cuerpo está en ayunas, aprovecha para destruir estructuras y células dañadas en un proceso que se denomina autofagia, es un proceso necesario para mantener nuestra salud en niveles óptimos y para eliminar células cancerígenas.
Además, al no estar recibiendo calorías de los alimentos, es el momento en el cual el cuerpo quemará la grasa acumulada para cubrir sus necesidades energéticas.
No obstante, también puede ser un momento en el cual el cuerpo consuma su masa magra si no hemos tomado medidas para evitarlo.
También cuando estamos en ayunas nuestro cuerpo activa determinadas vías moleculares para procesar mejor los alimentos en el futuro, y aprovecha para reparar nuestro sistema digestivo. También reduce los procesos inflamatorios por todo el cuerpo y suaviza las respuestas inmunológicas del organismo.
Desde hace unos años se ha empezado a poner de moda un estilo de nutrición que se llama Ayuno Intermitente, que prolonga este estado nutricional para aprovechar los beneficios que tiene el ayuno en la salud humana, así como para perder peso. Existen varias modalidades de ayuno intermitente, y puede que alguna de sus formas sea adecuada para tu situación. No obstante, si prácticas ayuno intermitente debes prestar especial atención a tu alimentación para no incurrir en déficits nutricionales, y a tu entrenamiento para no perder masa magra.
En general, entraremos en estado de ayunas por la noche, y puede que en breves periodos de tiempo a lo largo del día cuando hagamos una dieta de pérdida de peso.
· Alimentado
Después de desayunar, y durante unas horas después de cada comida hasta que finalice la digestión, nos encontramos en este estado. Caracterizado por niveles de azúcar e insulina en sangre más elevados. Después de comer, nuestro cuerpo acumula la energía de la comida para su posterior uso, y repara sus estructuras si tiene los nutrientes necesarios para ello (en especial proteína que es de lo que están hechas la mayoría de las estructuras del cuerpo).
• Aplicación práctica
Ahora que conocemos cuales son estos dos estados fisiológicos, y que ambos son necesarios en nuestras vidas, veamos cómo podemos maximizar sus aspectos positivos y negativos.
Cuando estamos en el estado nutricional de alimentados, la quema de grasa se detiene momentáneamente. Ya que durante este periodo de tiempo no vamos a quemar grasa, debemos aprovechar este periodo para reparar y mantener nuestra masa magra. Por eso, es muy, muy recomendable, que siempre que vayas a comer incluyas una porción de proteína en esta comida, especialmente en el desayuno. Si no lo haces, no solo no estarás quemando grasa, sino que no estarás manteniendo tu masa magra, con todas las consecuencias negativas que ya sabemos tendrá para nuestros objetivos.
Para evitar en la medida de lo posible que acumulemos grasa, buscaremos controlar el ritmo al cual la comida se convierte en energía absorbible para nuestro organismo. Esto lo haremos incluyendo siempre una pequeña cantidad de grasa y fibra en cada comida. De esta manera al cuerpo le dará tiempo a utilizar y procesar correctamente la energía que consume, evitando fluctuaciones muy grandes en tus niveles de energía que pueden dejarte cansado y hambriento poco después de comer.
Por el otro lado, cuando no vayamos a poder consumir proteína, será mejor permanecer en ayunas para maximizar la quema de grasa durante este periodo, y, durante el periodo de tiempo que vayamos a estar alimentados, consumir suficiente proteína para mantener nuestra masa magra.
Independientemente de que la cantidad de proteína que incluimos en nuestra dieta sea correcta, es necesario resaltar que, si nuestro cuerpo no “sabe” qué hacer con ella, no
conseguiremos mantener nuestra masa muscular. El estímulo imprescindible para mantener nuestra musculatura será el ENTRENAMIENTO DE FUERZA. Una correcta ingesta de proteína junto a un entrenamiento adecuado, será la combinación que logrará mantener o aumentar nuestra masa muscular y ósea. Sin ENTRENAMIENTO DE FUERZA no conseguiremos que la proteína ni otros suplementos que posiblemente os haya recomendado vuestro médico (calcio, colágeno, vitamina D…) sean efectivos para mantener nuestra salud ósea ni muscular.











