EJERCICIO FÍSICO Y OSTEOPOROSIS PARTE I
¿QUÉ ES LA OSTEOPOROSIS?
La osteoporosis es una enfermedad caracterizada por una baja masa ósea y un deterioro de la arquitectura del tejido óseo, o lo que es lo mismo, “menor cantidad de hueso y de peor calidad”. Consecuentemente, este ambiente de fragilidad ósea, aumentará el riesgo de padecer fracturas.
Es denominada como “la enfermedad silenciosa”, ya que no produce síntomas ni dolor, lo que peligrosamente puede conllevar diagnósticos tardíos, cuando la fractura ya se ha producido. Las fracturas osteoporóticas tienen terribles consecuencias tanto en mortalidad como en morbilidad. En el gráfico inferior podemos observar los resultados tras 12 meses de una fractura de cadera, donde el 24% de los afectados fallecieron, el 30% presentaban incapacidad limitante permanente, el 40% no podía andar de forma autónoma, y entre el 60% y el 80% tenían dificultades para realizar tareas básicas de la vida diaria (asearse, conducir, limpiar…).
Los datos son verdaderamente alarmantes, considerándola “la epidemia silenciosa del siglo XXI”. Sólo en España se produjeron 330.000 fracturas por esta enfermedad en 2017, lo que provocó un coste sanitario de 4.200 millones de euros, y se prevé que para 2030 la cifra de fracturas aumente hasta alcanzar las 420.000.
El 25% de la ocupación de camas en los servicios de traumatología de nuestro país son pacientes con fracturas osteoporóticas. Se estima que 1 de cada 4 mujeres postmenopáusicas (a partir de los 50 años aproximadamente) tiene osteoporosis.
DIAGNOSTICO DE LA OSTEOPOROSIS
La Organización Mundial de la salud establece los siguientes valores para el diagnóstico de la osteoporosis, medidos a través de densitometría en la columna lumbar y en la cadera:
Como podemos observar en la tabla, la osteoporosis corresponde a una densidad mineral ósea 2,5 desviaciones estándar por debajo del valor de referencia de un adulto joven. La osteopenia, paso previo a la osteoporosis, se diagnostica cuando la densidad mineral ósea se sitúa entre 1 desviación estándar y 2,5 por debajo del valor medio del adulto joven.
Aunque la medición de la densidad mineral ósea (DMO) supone el test estándar para el diagnóstico de la osteoporosis, no solo debemos prestar atención a la densidad del hueso, sino también a su “calidad”. La calidad ósea integra tanto a la densidad mineral ósea, como a la fuerza del hueso, determinada por sus propiedades estructurales: geometría (tamaño y forma), micro arquitectura, composición de colágeno y minerales, etc…
Las propiedades estructurales del hueso se verán modificadas por su proceso de remodelado, en el que el hueso dañado es reabsorbido y se reemplaza por hueso nuevo.
EL PROCESO DE REMODELADO ÓSEO
El hueso es un tejido metabólicamente activo en continuo proceso de remodelado. Este balance entre resorción (destrucción) y formación de hueso, proporciona a nuestro esqueleto capacidad de adaptarse y regenerarse, manteniendo las características mecánicas del hueso, sustituyendo zonas dañadas por hueso nuevo.
Durante la juventud, el remodelado permanece en equilibrio (resorción = formación), manteniendo la masa esquelética, pero algunas circunstancias como el envejecimiento, la menopausia, enfermedades u otros factores de riesgo que conoceremos a continuación, alteran este equilibrio en favor de la resorción (se destruye más hueso del que se forma), lo que conlleva una pérdida de masa ósea y finalmente osteoporosis.
FACTORES DE RIESGO
| FACTORES DE RIESGO MODIFICABLES |
FACTORES DE RIESGO NO MODIFICABLES |
| SEDENTARISMO |
RAZA |
| TABACO |
EDAD |
| ALCOHOL |
SEXO |
| DEFICIENCIAS NUTRICIONALES (calcio, Vit D) |
HISTORIAL FAMILIAR |
| CONSUMO CONTINUADO MEDICAMENTOS (ej: glucocorticoides) |
MENOPAUSIA |
| MASA ÓSEA PICO |
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| COMPOSICIÓN CORPORAL |
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MANTENIENDO LA SALUD ÓSEA A LO LARGO DE NUESTRA VIDA
La edad supone un factor esencial en la capacidad del hueso para adaptarse al ejercicio. Se estima que alcanzar un pico óseo un 10% más alto durante la adolescencia podría retrasar la aparición de la osteoporosis hasta 13 años y reducir el riesgo de fractura en un 50%.
Vamos a detenernos brevemente en dos factores de riesgo reflejados en el cuadro de factores de riesgo como “masa ósea pico” (factor de riesgo modificable), y menopausia (factor de riesgo no modificable), que coinciden con la adolescencia y con aproximadamente 50 años respectivamente. Podemos ver en el gráfico inferior los cambios en la masa ósea a lo largo de los años.
Masa ósea pico:
Sencillamente, cuanto mayor sea nuestra masa ósea de partida, menores serán los efectos negativos de la posible pérdida, puesto que tendremos mayor “margen” hasta llegar a un hueso frágil y osteoporótico. La maximización de la masa ósea puede prevenir el futuro desarrollo de osteoporosis y fragilidad ósea.
El mejor momento para aumentar nuestra masa ósea pico es la ADOLESCENCIA. Durante los años crecimiento, el hueso es especialmente respondedor a los efectos del ejercicio físico, suponiendo una “ventana de oportunidad” para maximizar nuestra salud ósea y la fuerza de nuestros huesos. Se estima que el 26% del hueso final de un adulto, se acumula durante los dos años alrededor del pico de masa ósea, por lo tanto supondrá una etapa clave para la prevención de la osteoporosis. Como veremos en las próximas partes de esta serie de artículos no todos los ejercicios tienen el mismo potencial osteogénico (formador de hueso), por lo que el tipo de actividades practicadas durante la adolescencia determinaran el pico de masa ósea.
Menopausia:
El debilitamiento óseo asociado a la edad es todavía mas acusado en las mujeres, debido a los cambios hormonales experimentados en la menopausia. La deficiencia de estrógeno después de la menopausia acelera la perdida de hueso, incrementando el riesgo de fractura (se incrementa el remodelado del hueso hasta un 40%). En esta etapa es sumamente importante que realicemos actividades osteogénicas, pues la práctica de ejercicio físico ha demostrado mantener y mejorar la densidad mineral ósea, aun cuando la situación hormonal no está a nuestro favor, como en el caso de la menopausia. Aprenderemos más sobre el tipo de ejercicio que debemos realizar en el próximo artículo.
CONOCIENDO MÁS SOBRE TÚ SALUD ÓSEA
¿Quieres saber más sobre tu salud ósea? Consulta con tu médico la posibilidad de realizarte pruebas específicas. Además te dejamos este sencillo cuestionario que evalúa los factores clave para el riesgo de fracturas.
https://www.sheffield.ac.uk/FRAX/tool.aspx?lang=sp
EN EL PRÓXIMO ARTÍCULO…
¿Quieres saber cuáles son los mejores ejercicios para mejorar y mantener la salud de nuestros huesos? ¿todo tipo de actividad física vale?
¡te lo contamos en la segunda parte!
Si necesitas ayuda específica acerca de como tratar o prevenir osteoporosis, no dudes en contactar con nosotros.
- Referencias
Garcia, R; Rozas, P; Muñoz-Torres, M. (2008). Regulación del proceso de remodelado. Revista Española de Enfermedades Metabólicas Óseas. Volume 17, Issue 1. Pages 10-14
Hong, AR & Kim SW. (2018). Effects of Resistance Exercise on Bone Health. Endocrinol Metab (Seoul). 33(4):435-444
Shuler, F; Conjeski, J., Kendall, D., & Salava, J. (2012). Understanding the Burden of Osteoporosis and Use of the World Health Organization FRAX. Orthopedics, 35(9), 798–805.
MacKelvie; Khan, M; McKay, H. (2002). Is there a critical period for bone response to weight-bearing exercise in children and adolescents? a systematic review. Br J Sports Med. 36(4): 250–257.











