Ayuno intermitente. Parte II. Tipos de ayuno. Ventanas de alimentación restringidas o Time Restricted Feeding TRF
Esta es la modalidad de ayuno intermitente más extendida en la actualidad. Se empezó a popularizar hace unos años con la publicación del libro “The Warrior Diet” (La dieta del guerrero) de Ori Hofmekler, que empleaba un ayuno diario de alrededor de 20 horas, esencialmente comiendo solo una vez al día, y también gracias a las publicaciones de Martin Berkhan que popularizó en su web el llamado método Lean Gains que proponía un ayuno diario de 16/18 horas con dos o tres comidas en la ventana de alimentación y cuyas variaciones son las que más solemos ver hoy en día.
Estas clases de ayuno suelen ser practicadas a diario y a largo plazo y suelen ser bien toleradas por la mayoría de sujetos. La extensión y tiempo de la ventana de ayuno depende de las preferencias del practicante.
En general, las personas que no suelen levantarse con hambre y no les cuesta retrasar el desayuno, eligen tener la ventana de alimentación más adelante en el día, pudiendo tener comidas o cenas bastante abundantes. También se utilizan de forma esporádica como forma de compensar para una comida social más tarde en ese día y compensar ese exceso de calorías con un ayuno mas prolongado ese día.
Otro estilo de TRF que esta ganando bastante popularidad y respaldo científico recientemente, se basa en intentar sincronizar la ventana de alimentación con los ritmos circadianos (variaciones a lo largo del día de varias funciones corporales en función en general de la luz natural, como en este caso la sensibilidad a la insulina). En este caso, la ventana de alimentación cubre las horas de luz natural, incluyendo una cena bastante temprana, y variando el periodo de ayuno a lo largo del año.
Por último, no debemos olvidarnos de que un gran número de religiones incluyen de una forma u otra estos estilos de ayuno a lo largo del año, siendo el más conocido el mes de Ramadán de la comunidad islámica, que además incluye la restricción de ingesta de líquidos.
- Beneficios de las ventanas de alimentación restringidas.
1-La mayoría de sujetos que practican esta modalidad de ayuno consiguen una reducción de su consumo calórico espontanea sin ninguna intervención nutricional adicional.
2-Permite tener comidas muy abundantes en la ventana de alimentación y seguir manteniendo las calorías totales diarias bajo control, siendo una estrategia muy interesante en periodos de comidas copiosas como la navidad para hacer control de daños o en personas que prefieren comidas más grandes a costa de más tiempo sin comer, en lugar que múltiples comidas pequeñas a lo largo del día .
3-Al reducir el número de comidas diarias, el tiempo y energía empleados en preparar y transportar comida se reduce sensiblemente, siendo una estrategia bastante eficaz para personas que pasan gran parte de su día fuera de casa ya que reduce el número de veces que comen fuera y acomodar la mayor cantidad de calorías que suele tener la comida en bares y restaurantes.
4-Parece tener beneficios adicionales en varios parámetros metabólicos más allá de la pérdida de peso, en especial las ventanas de alimentación sincronizadas con los ritmos circadianos.
5-Permiten disfrutar de todos los beneficios del ayuno (aunque en menor dimensión que los más largos) a diario.
6-Al contrario que otras formas de ayuno más extensas, al poder ser practicada a diario permite crear hábitos saludables con mayor facilidad.
- Desventajas
1-Algunas personas pueden requerir de un periodo de adaptación a esta clase de intervenciones, y un porcentaje pequeño no termina de adaptarse nunca estos esquemas, ya sea por no sentirse bien sin desayunar, o por tener dificultades conciliando el sueño con una cena temprana.
2-Es permisivo de patrones de alimentación disfuncionales en los cuales algunas personas alternan periodos de atracones descontrolados con periodos de ayuno para compensar creando una especie de bulimia en estas personas.
3-Relacionado con los puntos anteriores, en algunas personas, especialmente en los primeros días puede provocar un hambre descontrolada que les lleve a comer excesivamente en el momento de romper el ayuno.
4-El tamaño de las comidas puede resultar excesivo para algunas personas, provocando digestiones excesivamente pesadas.
5-Al tener menos oportunidades para consumir los nutrientes necesarios para el mantenimiento de tu salud, debes ser especialmente cuidadoso de aprovechar bien tus ventanas de alimentación.
6-El periodo de ayuno puede no ser suficientemente largo para disfrutar de algunas de las ventajas de este, en particular los niveles de autofagia en estos ayunos cortos no alcanzan niveles muy elevados.










